إنجيل القدّيس متّى .15-8:10
قالَ الرَبُّ يَسوعُ لِتلاميذِهِ: إِشْفُوا المَرْضَى، أَقِيْمُوا المَوْتَى، طَهِّرُوا البُرْص، وَٱطْرُدُوا الشَّيَاطِين. مَجَّانًا أَخَذْتُم، مَجَّانًا أَعْطُوا
لا تَقْتَنُوا ذَهَبًا، ولا فِضَّةً، ولا نُحَاسًا في أَكْيَاسِكُم
ولا زَادًا لِلطَّرِيق، ولا ثَوْبَيْن، ولا حِذَاء، ولا عَصَا، لأَنَّ الفَاعِلَ يَسْتَحِقُّ طَعَامَهُ
وأَيَّ مَدِينَةٍ أَوْ قَرْيَةٍ دَخَلْتُمُوهَا، إِسْأَلُوا فِيها عَمَّنْ هُوَ أَهْلٌ لٱسْتِقْبَالِكُم، وأَقِيْمُوا هُنَاكَ إِلى أَنْ تَرْحَلُوا
وحِيْنَ تَدْخُلُونَ البَيْت، سَلِّمُوا عَلَيْه
فَإِنْ كَانَ هذَا البَيْتُ أَهْلاً، فَلْيَحِلَّ سَلامُكُم عَلَيْه. وإِنْ لَمْ يَكُنْ أَهْلاً، فَلْيَعُدْ سَلامُكُمْ إِلَيْكُم
ومَنْ لا يَقْبَلُكُم ولا يَسْمَعُ كَلامَكُم، فَٱخْرُجُوا مِنْ ذلِكَ البَيْتِ أَو مِنْ تِلْكَ المَدِيْنَة، وٱنْفُضُوا غُبَارَ أَرْجُلِكُم
أَلحَقَّ أَقُولُ لَكُم: إِنَّ أَرْضَ سَدُومَ وعَمُورَةَ سَيَكُونُ مَصِيْرُهَا، في يَوْمِ الدِّيْن، أَخَفَّ وَطْأَةً مِنْ مَصِيْرِ تِلْكَ المَدِيْنَة
Evangelio según San Mateo 9,18-26.
Mientras Jesús les estaba diciendo estas cosas, se presentó un alto jefe y, postrándose ante él, le dijo: “Señor, mi hija acaba de morir, pero ven a imponerle tu mano y vivirá”.
Jesús se levantó y lo siguió con sus discípulos.
Entonces se le acercó por detrás una mujer que padecía de hemorragias desde hacía doce años, y le tocó los flecos de su manto,
pensando: “Con sólo tocar su manto, quedaré curada”.
Jesús se dio vuelta, y al verla, le dijo: “Ten confianza, hija, tu fe te ha salvado”. Y desde ese instante la mujer quedó curada.
Al llegar a la casa del jefe, Jesús vio a los que tocaban música fúnebre y a la gente que gritaba, y dijo:
“Retírense, la niña no está muerta, sino que duerme”. Y se reían de él.
Cuando hicieron salir a la gente, él entró, la tomó de la mano, y ella se levantó.
Y esta noticia se divulgó por aquella región.